El cometa interestelar 3I/ATLAS (o tal vez sonda alienígena) —el tercer objeto de su tipo detectado en nuestro Sistema Solar— ha vuelto a captar la atención de la ciencia. Observaciones realizadas por varias naves espaciales y telescopios han confirmado un aumento rápido y dramático en su brillo justo antes de alcanzar su perihelio el pasado 29 de octubre de 2025.
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El hallazgo fue reportado en un estudio preliminar, pendiente de revisión por pares, que resume las mediciones fotométricas (el estudio de la luz) obtenidas por instrumentos como SECCHI HI1 y COR2 de STEREO-A, LASCO C3 de SOHO, y CCOR-1 de GOES-19.
La duda científica: ¿Por qué se vuelve azul?
El estudio de los investigadores indica que la razón de este incremento de brillo “sigue sin estar clara”.
Una de las observaciones más sorprendentes es el color del cometa. El análisis sugiere que el 3I/ATLAS parece ser “distintamente más azul que el Sol”. En la física de cometas, el polvo suele provocar que la luz solar reflejada se vea más roja. La tonalidad azulada sugiere que la emisión de gas está contribuyendo con una fracción sustancial del brillo visible cerca del perihelio.
Los investigadores predicen que el cometa “probablemente saldrá de la conjunción [solar] considerablemente más brillante que cuando entró”, lo que podría estar impulsado por una emisión de gas prominente y visible.
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Avi Loeb suma una novena anomalía
El astrofísico de Harvard, Avi Loeb, conocido por especular sobre un posible origen tecnológico del 3I/ATLAS, comentó el hallazgo y lo catalogó como una nueva pieza en el misterio:
- Color Inesperado: Loeb señaló que el color azulado es “muy sorprendente”. En condiciones normales, se espera que el polvo y la baja temperatura de la superficie de un cometa le den una apariencia más rojiza que el Sol.
- La Novena Anomalía: Debido a esta propiedad inesperada, Loeb afirmó que el color azul en el perihelio debe añadirse como la novena anomalía a la lista de características atípicas que presenta el objeto.
Loeb ya había enumerado ocho propiedades sorprendentes que le otorgaron al 3I/ATLAS un 4 sobre 10 en su “Escala Loeb” de posible origen tecnológico. Estas incluían una órbita excepcionalmente alineada con el plano de la eclíptica de los planetas, un jet o chorro de material dirigido hacia el Sol (anti-cola) y un núcleo con un tamaño superior al de otros cometas notables.
A pesar de las especulaciones sobre su naturaleza, la NASA insiste en que el 3I/ATLAS “no representa ninguna amenaza para la Tierra y permanecerá lejos”. Los científicos continúan utilizando datos de naves espaciales y, pronto, telescopios terrestres, para intentar resolver las múltiples incógnitas que rodean a este visitante interestelar.