Durante años, comprar un MacBook ha sido sinónimo de abrir bien la billetera. Pero Apple parece estar preparando un giro inesperado en su estrategia: un portátil por debajo de los 1.000 dólares. Eso sí, este modelo no vendría con la clásica carcasa de aluminio ni con un chip de la serie M… sino con uno de iPhone.
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¿Es el inicio de una nueva era de Apple accesible o solo otra versión “económica” con apellido premium?
Un MacBook para quienes no quieren un iPad
Apple ha intentado durante años convencernos de que el iPad puede ser el reemplazo ideal de una laptop. Pero la verdad es que muchos usuarios —sobre todo en el ámbito educativo y profesional— siguen prefiriendo la experiencia de un portátil “de verdad”.
Con ese panorama en mente, Apple estaría trabajando en un nuevo MacBook destinado a cubrir ese hueco: el de quienes quieren algo más que una tablet, pero menos que un MacBook Air de más de 1.000 euros.
Según Bloomberg y Reuters, este nuevo equipo podría salir a la venta por entre 599 y 699 dólares, con un enfoque claro: la gama de entrada dominada actualmente por Chromebooks y portátiles con Windows básicos.
No será de aluminio… y no llevará chip M
Para reducir costes, Apple prescindirá de algunos de sus clásicos distintivos. Por ejemplo, el icónico cuerpo de aluminio que acompaña a todos sus portátiles será reemplazado por materiales más económicos (¿plástico? Probablemente sí, pero con un nombre cool como “polímero estructurado de grado Apple”).
Y en cuanto al corazón del dispositivo, nada de chips M1, M2 o el flamante M4. Este MacBook económico funcionaría con el procesador A18 Pro del iPhone, algo que, en papel, suena arriesgado… pero que, según pruebas internas, podría ofrecer un rendimiento superior al del M1 original. Un guiño interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que el M1 revolucionó la informática portátil con su eficiencia y potencia.
Pantalla más sencilla, precio más competitivo
Para ajustar aún más el precio, el equipo también tendría una pantalla más básica. Se espera un panel LCD de 13,6 pulgadas, frente a las versiones OLED o Mini-LED que Apple reserva para sus modelos más caros.
Algunos rumores anteriores apuntaban incluso a una pantalla de 12,8 pulgadas, lo que ubicaría a este modelo entre el iPad Pro y el MacBook Air en términos de tamaño y portabilidad.
En cualquiera de los casos, el objetivo parece claro: recortar lo justo para no comprometer la experiencia básica, pero sin ofrecer lo último en cada apartado.
¿Una estrategia para reconquistar la educación?
Este movimiento también parece un intento de volver a entrar al mercado educativo, un terreno que Apple dominaba con el iPad... hasta que los Chromebooks le ganaron la partida por precio y facilidad de uso.
Ahora, con los iPads cada vez menos relevantes como herramienta de trabajo escolar, Apple estaría cambiando de táctica: ofrecer un portátil accesible, con teclado físico, y la familiaridad de macOS para estudiantes, escuelas y usuarios que solo necesitan navegar, escribir y ver contenido.
¿MacBook para todos?
Con este rumor cada vez más fuerte, todo apunta a que Apple está dispuesta a romper sus propias reglas. Un MacBook asequible, con chip de iPhone y materiales más modestos podría abrir la puerta a un nuevo tipo de usuario: uno que siempre ha querido entrar al ecosistema Apple, pero no estaba dispuesto a pagar el precio de entrada.
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Claro, aún falta por ver si este modelo se convertirá en realidad, y sobre todo, si Apple cumple la promesa de hacerlo realmente accesible. Porque con Apple, ya sabemos: lo barato siempre viene con asterisco.